Uso de IA para asistir en la selección de equipos Fantasy

Métodos bastante rudimentarios: elegías tu once mirando lo que pasó el finde o leyendo un titular de pasada, aunque algunos puede que más a fondo. Y ya. Nada más.

Ahora, con la IA, adiós a las corazonadas. Cada vez son más los que usan la inteligencia artificial para decidir. Aunque las plataformas todavía no lo han integrado oficialmente, fuera es otro cantar.

Desde grupos privados a foros especializados. Todo un ecosistema con usuarios compartiendo tablas e incluso códigos (algunos más sencillos que otros) para hacer cálculos.

No se trata de un aspecto simple ni mucho menos. En el tema de las puntuaciones, por ejemplo, va mucho más allá de adivinar quién va meter gol. A los modelos no se les escapa una: estado físico, rival, si juega en casa o fuera, si el entrenador va a rotarlo. Estas predicciones que hay dentro del Fantasy, se asemejan a las comparaciones que se pueden encontrar en portales especializados como Time2Play, donde conjuntos de expertos ofrecen predicciones deportivas basadas en análisis y estudios deportivos.

Nada de rumores de los periodistas de turno sobre las posibles alineaciones. Existen sistemas que estudian a fondo el modo en el que cada entrenador maneja los descansos, lesiones y sanciones. Y aunque no siempre aciertan, sí que detectan patrones muy útiles. El típico lateral que siempre descansa después de jugar entre semana, el delantero que se queda fuera cuando vuelve su compañero o el mediocentro que no repite si acabó tocado el partido anterior: todo se tiene en cuenta.

Hay quienes se llevan las manos a la cabeza con la situación. Sin embargo, hay que reconocer que era cuestión de tiempo. Porque el mercado del Fantasy se ha complicado enormemente en los últimos años. Cada día suben y bajan jugadores y la solución no parece otra que alertas automáticas que te avisen cuando un jugador empieza a perder minutos o su precio cae por una lesión que ni siquiera está confirmada.

Esta temporada pasó con futbolistas del Betis y del Girona: su valor empezó a bajar antes de que se anunciara la lesión. Con estas herramientas, no hace falta ser un genio: Telegram, notificación, actúas.

Hay quienes dedican horas a mirar gráficos de tendencia o tablas de puntos esperados. Incluso comparan los minutos que ha jugado un futbolista con las calorías que quemó en partidos anteriores. Sí, calorías.

Otros hacen listas de “jugadores comodín” para cambios de última hora y después están los que analizan los córners y las faltas a favor. Suena exagerado, pero la realidad del juego nos ha empujado a ello, incluso los más puristas del fantasy lo admiten, aunque sea a regañadientes.

La IA ayuda a poner un poco de orden en lo que antes era un caos total. Algunos grupos se vuelven de lo más creativos y montan sus propios “algoritmos caseros” para predecir lesiones o cambios de entrenador. Luego, los comparten en Discord o Telegram y así sigue la historia.

Incluso las lesiones se analizan de otra manera. Los clubes rara vez dan plazos exactos y los entrenadores pecan de optimistas. Ante ello, la IA se fija en el histórico. ¿Tres roturas iguales? Calculen cuánto tardará en volver.

Luego están los “chollos silenciosos”. Ese suplente que juega un par de minutos puede volverse titular si alguien se lesiona o el sistema cambia y la forma de predecirlo es prestando atención a entradas finales, cambios de posición o declaraciones del técnico. Nada más.

Elegir capitán tampoco es automático ni consiste en irnos a por el mejor jugador del equipo, sino en prestar atención a su rendimiento según el rival, el cansancio o el calendario. Hasta el clima importa: lluvia, viento, calor extremo. Por ejemplo, césped pesado, velocidad menos eficaz.

En  el caso de ligas privadas con intercambios de jugadores, los datos son clave. Por eso no solo valen los puntos actuales, también la proyección a varias jornadas,  el riesgo de sanción y el calendario. Fijándote en estos detalles evitas hacer un intercambio injusto.

Así que quien domina estas herramientas, juega con bastante ventaja. Pese a ello, lo más curioso (y a veces frustrante) es que nadie lo reconoce. Se sigue hablando de corazonadas o intuición. El motivo es obvio: la IA mata el encanto que siempre ha caracterizado al juego.

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